El vacío legal ya permitió la entrega de 18 millones de hectáreas a capitales extranjeros. Federación Agraria advirtió que en 2013 crecerá un 45% la tenencia en manos foráneas, poniendo en riesgo los recursos naturales del país. En la Cámara de Diputados hay 5 proyectos que están congelados desde 2010.
Por Leandro Renou de Tiempo Argentino
En medio de la polémica por la apropiación de caminos públicos a Lago Escondido por parte del magnate inglés Joe Lewis, surgió ayer un dato que muestra la gravedad del avance extranjero sobre tierras argentinas. Según los últimos números de la Federación Agraria Argentina (FAA), si este año no se sanciona una ley nacional contra la extranjerización, habrá en 2013 entre 25 y 26 millones de hectáreas en manos foráneas.
Notablemente, la mayoría de las compras extranjeras apunta a territorios con grandes riquezas naturales, como el acuífero Guaraní, más que a tierras aptas para la agricultura, como podría ser la zona pampeana (ver “Genera un problema...”).
Hoy, mientras en la Cámara de Diputados duermen el sueño de los justos por lo menos cinco proyectos de ley, la cantidad de terrenos vendida a capitales extranjeros asciende a 18 millones de hectáreas. Al respecto, Omar Príncipe, secretario gremial de FAA, reconoció que “ya en 2010 no hubo consenso interno entre los agrodiputados, por lo cual se complica aun más la aprobación de una norma nacional.”
En 2009, cuando se renovaron las bancas en el Congreso, ingresaron a Diputados once legisladores vinculados a la actividad rural; y dos accedieron al Senado. Los once forman parte de la Comisión de Agricultura de la Cámara Baja. Y en el caso de Pablo Orsolini, el chaqueño de la UCR y ex vicepresidente de FAA, él mismo presentó una iniciativa para controlar el avance extranjero. “Ustedes tienen que entender que la demora no es responsabilidad nuestra, porque primero los tienen que tratar (los proyectos) las comisiones de Asuntos Constitucionales y Legislación General, que son cabecera”, dijo a Tiempo Juan Francisco Casañas, diputado radical de Tucumán y titular de la Comisión de Agricultura. Casañas, que además es empresario dedicado al mercado de granos, explicó que “hay diferentes visiones sobre el tema, y este es un año complicado para que salga una ley”, y se excusó al señalar “que la aprobación no sólo depende de los agrodiputados”.
Paralelamente, el tema está presente en la agenda del gobierno nacional. El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, confirmó este año que “está firme la decisión presidencial de impulsar en el Congreso de la Nación un proyecto de ley que detenga la venta indiscriminada de tierras argentinas a inversores extranjeros”. De hecho, según pudo saber este diario, se le están dando los últimos toques técnicos a dicha iniciativa. Hasta el momento, Río Negro es la única provincia que, desde el año pasado, tiene una ley contra el avance extranjero, cuya autora es la legisladora del ARI Magdalena Odarda, quien investiga el caso Lago Escondido desde 2005. “Hay empresas chinas, árabes y estadounidenses que estuvieron haciendo averiguaciones para comprar terrenos acá”, explicó Príncipe, y recordó el avance de algunos Estados sobre terreno argentino, “sobre todo por el tema de la producción de alimentos”.
En octubre de 2010, representantes del grupo árabe Al Khorayef visitaron Chaco con la mente puesta en comprar tierras para producir alimentos. El mismo viaje hicieron a Uruguay.
Los chinos también hicieron lo suyo: el principal grupo agrícola de ese país, el estatal Heilongjiang Beidahuang Nongken Group, anunció que durante 2011 adquirirá o arrendará 200 mil hectáreas de cultivo en Brasil, la Argentina y Venezuela, así como en Rusia, Filipinas, Australia y Zimbabwe. En Australia, normalmente adquiere tierra de cultivo, en tanto que en Brasil y laArgentina arrienda los terrenos.
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