miércoles, 19 de octubre de 2011

“Los empresarios inventan el salario y hacen creer a los trabajadores que terminó la esclavitud”

Los empresarios inventan las obras sociales para simular que se preocupan por la salud de sus esclavos – Los empresarios inventan el aguinaldo para lograr la fantasía de que los trabajadores comparten las ganancias -… Época: Desde 500 a.C. hasta la actualidad. Un pequeño artículo imperdible de humor en la más ácida realidad...

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Número en el ranking: 11.111

Lugar: Roma Antigua

Época: Desde 500 a.C. hasta la actualidad

Must Amigos: Los empresarios inventan las obras sociales para simular que se preocupan por la salud de sus esclavos – Los empresarios inventan el aguinaldo para lograr la fantasía de que los trabajadores comparten las ganancias – Los empresarios crean las vacaciones para que los trabajadores cambien la esclavitud laboral por la familiar durante 15 días.

Idea Central: Tras las rebeliones de los esclavos de Espartaco los poderes y los explotadores observaron que los mismos se contentarían sólo con unas míseras monedas.

Polémica: Para el pensamiento liberal, el salario es un “mal necesario”; para el pensamiento socialista, es “una conquista lograda por las luchas obreras”. Ambas son verdades a medias.

Descripción: El aumento del precio de los insumos en la Roma Antigua determinó que los gobiernos y los propietarios de explotaciones agrícolas se dieran cuenta de que el pago de un módico estipendio era más barato que mantener alimentados a los esclavos. Además de que se libreba al dueño de mantener alimentado a sus trabajadores, el salario (originalmente pagado en sal, de allí su nombre) se podía recuperar mediante el cobro de impuestos y el precio abusivo de los productos necesarios para subsistir. Desde entonces se crearon otros métodos para disimular la esclavitud laboral, pero ninguno de ellos superó al salario. El sistema resultó tan bueno que todavía mantiene su vigencia a punto tal que los trabajadores siguen reclamando salarios pero no en sal sino en billetes, que valen más o menos lo mismo que la sal.

Fuente: Revista Barcelona. 14 de Octubre de 2011.

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