Hace un par de días, fui a la biblioteca a entregar unos libros que había sacado y noté que por los pasillos extremadamente angostos, con una distancia de 50 centímetros entre la pared y los estantes, habían cajas y más cajas de libros inventariados o por inventariar, que no tenían un lugar esperándolos para que los lectores puedan verlos y llenarse de curiosidad para descubrir lo que sus páginas contaban. Lo noté extraño, pero me ensimismé en mi búsqueda… y en eso estaba yo, cuando descubro un cartel que decía: “Para Inventariar”. Allí estaban obras maravillosas como las de Eduardo Galeano, ediciones completas donadas por la Conabip y otros tantos que no recuerdo porque el comentario “Vamos a Tener que Cerrar”, me sacó de órbita.
Estaban allí charlando unos miembros de la Comisión de la Biblioteca, -de los cuales nombres me reservo-, y por esas cosas de la profesión me detuve a realizar algunas preguntas, que me dejaron tan triste como disconforme. Entonces, por mi cuenta, recorrí el estrecho lugar y tomé conciencia que sus escasas dimensiones para albergar tantos libros. El pasillo de unos 50 centímetros y la distancia entre estantes de unos escasos 40 centímetros. Tomé conciencia de la incomodidad de encontrar en esas condiciones opresoras, un autor, un título, una obra… y me pregunté ¿Quién ocupa los locales que están enfrente de la biblioteca: 9, 10, 11, 12 y 13 del mercado municipal?
Salí, indagué y me dijeron que esos locales están cerrados a más de un año, sin ningún tipo de actividad; que el único que funciona, es el local 9 donde está la Cooperativa Coapigral. Recordé allí, que en el año 2009 la CONABIP había mandado una donación importante de libros y que la Biblioteca pidió una “ampliación” de su local que se la habían denegado. Busqué papeles, hice un par de llamadas y supe que desde el año 2009 al 2011, los pedidos de “ampliación del local” se reiteraron en varias oportunidades. Inclusive, se pidió la autorización al Concejo Deliberante de la ciudad y la fecha fue un 27 de Mayo de 2010. El Concejo en aquél momento, dijo que esa competencia le correspondía exclusivamente al Poder Ejecutivo, o sea, al Intendente Eduardo Vichi.
Como “socia” de la Biblioteca Popular Schenone, pedí que se me informen sobre los petitorios realizados tanto al Concejo Deliberante como al Intendente. Fue mayor mi sorpresa cuando encontré el pedido de “ampliación” de local, con fecha del 3 de Diciembre de 2010. Hice nuevamente un par de llamadas y descubrí que Vischi, le había dicho –de palabra- a uno de los integrantes de la Comisión de la Biblioteca, que salía de vacaciones en aquella época que se presentó la nota, pero… que cuando volviera, ellos iban a tener ya los locales del mercado municipal en condiciones para realizar la mudanza. Cosa que no ocurrió.
“Vamos a tener que Cerrar” … en éstas condiciones –dijeron-, “Vamos a tener que cerrar, porque los libros acá no entran más” … “es imposible siquiera, encontrar libros acá y menos si lo tenemos guardados en cajas”…
Los ojos se me nublaron un poco… porque recordé que esa biblioteca tenía unos 17 años de existencia en Paso de los Libres y que hacía unos 7, estaban pidiendo un subsidio… y que hacía unos 3… pedían una ampliación de local para que los socios, puedan tener la comodidad de elegir la inmensa variedad de obras que la Biblioteca fue adquiriendo a lo largo de 17 años.
Me dio bronca. Me indigné. Me llené de impotencia… porque, tomé conciencia que la Biblioteca, iba de manera inminente a “Cerrar sus puertas” porque perdió la batalla o –mejor dicho- una guerra, contra la burocracia enquistada de esta ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario