Los incidentes se produjeron cuando los manifestantes intentaban llegar a la Casa de Gobierno y a la Legislatura provincial para entregar un petitorio unificado, en el que reclamaban que "el 50 por ciento del excedente de coparticipación sea destinado a salarios, como está establecido por ley, la normalización de los entes autárquicos y que se atiendan los reclamos de los trabajadores de Vialidad y del Instituto de Viviendas", tal como habían adelantado sus organizadores. La policía reprimió con balas de gomas, golpes y gas pimienta.
El delegado del Instituto de Viviendas de Corrientes (INVICO), Juan Arnedo, confirmó a Télam que un empleado público fue atendido en el hospital municipal "por los cortes" que le provocaron los bastonazos de la policía. "Muchos compañeros fueron golpeados y tienen moretones en los brazos y el torso", denunció el dirigente. Luego de la intervención de varios legisladores ante el Ejecutivo provincial, se habilitó el paso de los manifestantes, que entre otras cosas le solicitaron a la Legislatura que sean tratadas nuevamente la Ley de Reforma Jubilatoria y el Estatuto de los trabajadores municipales, vetadas por el Ejecutivo.
El secretario regional de la Confederación General del Trabajo, Alfredo Moliné, señaló que "la actitud del gobierno de Ricardo Colombi es lamentable: lo hicieron por temor, porque no pueden contener a la gente, porque este gobernador ha dilapidado su capital político en menos de un año y dos meses". Por su parte, la diputada del PJ, Irma Pacayut, afirmó que la represión policial "fue una representación de la intolerancia del gobernador, quien en lugar de dialogar sale a reprimir". El senador radical Noel Breard, a su turno, afirmó que "esta era una marcha pacífica, y fue un acto de imprudencia de la policía".
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