Finalmente compareció ante los jueces el ex intendente, implicado en un caso de corrupción junto a la ex vice jefa comunal, Lucy Ortega. La defensa hizo planteos de nulidad para frenar el proceso. El miércoles de la semana pasada debió comenzar el juicio por la causa Santa Catalina, pero se trabó porque Tato Romero Feris presentó un certificado en el que adujo hipertensión. Las penas de prisión pendientes, ya suman más de 15 años.
Comenzó ayer el juicio oral y público contra Raúl Rolando “Tato” Romero Feris por supuesto peculado en la causa denominada “Santa Catalina”, cuarto proceso que enfrenta y en el que, de sufrir una nueva condena, debería volver a prisión ya que está pendiente la unificación de penas que suman más de 15 años. El debate continuará hoy, con las respuestas de la fiscalía a cargo de Gustavo Schmidt a diversas nulidades interpuestas por la defensa.
El juicio es por la sustracción de 420 mil pesos de la Comuna capitalina cuando era gobernada por “Tato” y que debieron ser destinados a la refacción de centros de evacuados del predio de Santa Catalina. Junto al ex mandatario, su viceintendenta, Lucía “Lucy” Plácida Ortega, también compareció como imputada en la causa que tiene desarrollo en la Cámara del Crimen 2.
El tribunal presidido por Juan José Cocchia Breard e integrado además por Carlos Benítez Meabe y Gustavo Sánchez Mariño, decidirá hoy cómo sigue el juicio una vez que el fiscal Schmidt responda a una serie de planteos de nulidad sobre el procedimiento que interpusieran las defensas de Tato y Lucy Ortega.
Si los magistrados determinan seguir con el debate, llegará el turno de las indagatorias a los imputados (que pueden abstenerse de declarar). Posteriormente las rondas testimoniales -con una docena de convocados-, cuando también se podría requerir la producción de nuevas pruebas y antes de la sentencia, los alegatos.
El rol de los jueces es clave. No sólo porque arbitran el proceso, sino también porque la sentencia, en caso de ser condenatoria, debería resultar en la unificación de las penas que anteriormente fueron aplicadas al ex intendente. (Ver más aparte).
De todos modos, aun resta un tiempo considerable hasta el epílogo del cuarto juicio por casos de corrupción que afronta “Tato”. Máxime si se toma en cuenta el debate estaba listo para realizarse desde 2002 pero se trabó por innumerables incidentes procesales, recusaciones e inhibiciones de jueces.
Las consecuencias del tiempo transcurrido dejaron una marca indeleble en la idea de impunidad que gira alrededor de Tato, ya que prescribieron los delitos por los que estaban procesados dos partícipes secundarios, Jorge Isseta (ex jefe del Servicio Jurídico Permanente de la Comuna) y Alberto Magrán, abogado de la Secretaría de Obras Públicas. Ambos posibilitaron la apertura del expediente mediante el cual se afectaron los fondos malogrados.
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